jueves, 21 de octubre de 2010

Trio de Guitarras con fotos espectaculares

Del disco de Lee Ritenour's de título “6 String Theory” el tema de título "68" en el que intervienen Stev Lukather, Neal Schon y Slash. Las 3 guitarras suenan, por un canal, por otro canal, por los 2. Si te gusta la guitarra eléctrica, rock o Jazz, escúchalo.

Si quieres las imágenes en HD, que son espectaculares, tendrás que ir a youtube. Las imágenes son cogidas de internet.

Hasta este tema llegué un día navegando por internet, como hago en pocas ocasiones.

En una de estas llegué al video de la izquierda, una página que no conocía y un sonido que me impactó.

El disco entero merece la pena, pero yo lo catalogaría en el apartado de Jazz, aunque tiene de todo.

Es solo música, pero merece la pena.

viernes, 8 de octubre de 2010

Autumn Leaves Eric Clapton


The falling leaves
Drift by the window
The autumn leaves
Of red and gold


I see your lips
The summer kisses
The sunburned hands
I used to hold

Since you went away
The days grow long
And soon I'll hear
Old winter's song

But I miss you most of all
My darling
When autumn leaves
Start to fall

Llegó el Otoño con sus días decrecientes (en política=crecen negativamente), sus días de lluvias, esas largas noches y todo ello es la antesala del invierno. Es la maravilla de vivir en una zona geográfica con cuatro estaciones. Con el otoño llega también el colorido de las hojas, LAS HOJAS DE OTOÑO, la caída de la hoja, y este año también llegó un disco de Eric Clapton FANTASTICO. De un tema clásico como Autumn Leaves hace un versión que merece la pena oírse. En este caso lo acompaño de fotos de internet, no todas de otoño, pero que componen una bonita imagen.

domingo, 3 de octubre de 2010

Colegio Mayor Gelmírez: Los tiempos evolucionan

Una relación de anécdotas e historias variadas en relación con el Colegio Mayor son muy amplias, además de las que quedan olvidadas, y puede que rescate alguna en otra ocasión. Ahora solo quiero hacer resaltar una diferencia de los tiempos, ahora es un centro mixto que en aquellos eso era impensable, incluso para hacer fiestas, como carnavales, además de los permisos correspondientes, el horario era muy acorde con el momento. La otra historia era la hora de cierre, las puertas se cerraban a las 12 de la noche, con lo cual ya sabías lo que ocurría, pero no significa que no hubiese alternativas. Veamos una evolución en los 5 años.


En el primer año lo que predominaba era la subida por las dobles. Las dobles eran unas habitaciones situadas en el primer piso en una esquina del edificio orientada al norte y a un descampado. He cogido esta foto de la web, ya que aunque eso era un descampado las dobles son las habitaciones del 1º piso que se encuentran al fondo. Lo que no recuerdo es ese saliente.


La técnica era muy sencilla se trepaba en la planta baja por la reja de la ventana y desde una habitación (con mucha frecuencia la mía, ya que era la más alejada de todas) se tiraba un manta y a trepar por ella o en muchos caso a tirar como si de un saco se tratara. Esta era utilizada para las llegadas tardías y también en la época final de curso cuando estudiábamos por la noche para bajar sobre las 3 de la madrugada para ir a por pan fresco en una panadería que había al lado, los trepadores venían cargados y luego tocaba el reparto del pan por las habitaciones. Dicen que es malo, pero meterle al pan caliente recién salido del horno unas barras de chocolate, está de vicio.


Lo pienso ahora y puede ser un poco de locos, o mejor de la edad, ya que alguno que subía no lo hacía en las condiciones físicas adecuadas, pero nunca pasó nada que afectara a la integridad física de las personas. Esto es un reflexión para tanta prevención que se ve ahora, que está muy bien, pero a veces nos pasamos, sobre todo con los niños.


Especial mención merece un episodio que debería permanecer en la historia de la residencia. El retorno de las fiestas de la Asunción a finales de mayo aproximadamente, la llegada de la verbena fue excesivamente numerosa y se aplicaba el procedimiento habitual, y a la salida de las dobles estaba el Sr. Director tomando lista, y en momento dado entra en la habitación en la que me encontraba ayudando y a un amigo lo coge justo con un pie de cada lado de la ventana. Lo que se diría, cachada en toda regla, y todos citados al día siguiente en el despacho. Dos personas consiguieron escapar, pero D. Marcelino, que así se llamaba el Director, cogió su coche 124 rojo y en la bajada de Pelamios los invitó a subir al coche y a su despacho al día al siguiente. Las sanciones terminaron con la expulsión de estos dos últimos y llamada de atención general.


En otro año empezaron a circular llaves de la entrada principal, pero como es lógico eso duró muy poco, por parte del hábil y sigiloso Sr Director fue pillando rápidamente y se terminó esta circulación de dichas llaves.


Siendo ya más veterano, tuve en mi poder durante 1 curso una llave de una puerta poco conocida (que sale en la foto) y que mantuvimos en secreto entre un grupo. Esta llave en lo que yo tengo conocimiento nunca fue descubierta. Esta llave la heredé de un veterano y a su vez se la pasé a otro. Al año siguiente, con Franco ya bajo 500 toneladas de peso, se le podía pedir la llave al Director, mediante justificación y así poder salir.


Ya en el último año que estuve en la residencia fui nombrado decano y además de otras labores tenía llave en mi poder de manera oficial, con lo que tenía libre circulación y que podía ceder bajo mi responsabilidad a otra persona y ser usada, sin más condición que ser comunicada a la Dirección por si pasaba algo.


Ahora el centro es mixto, pero no revuelto (como me comunica una colegiala actual) con hora de entrada hasta las 2 y si es posterior con firma para que quede registrada a efectos de conocimiento.


Y repito una frase en contraposición con la que decimos habitualmente: “todo tiempo pasado simplemente fue anterior”

Colegio Mayor Gelmírez en el recuerdo

Estos días me encuentro que exalumnos y exalumnas están en el Colegio Mayor Gelmírez de Santiago, lugar en el que residí durante mi estancia en Santiago durante los estudios entre enero del 74 (soy de los que llamo la generación de los genios o los del año académico juliano) y julio del 78. Durante mi caminata diaria para hacer ejercicio, me hizo recordar este período de tiempo y las múltiples vivencias durante casi 5 años, los amigos con los que mantengo relación y con los que la distancia y el tiempo hace que no sepa de ellos.

La primera impresión al entrar en el colegio es fuerte con 17 años (1 menos que en la actualidad) llega un chico de provincias, casi de pueblo a un centro tan grande, con gente tan mayor, y esto no es broma, ya que de aquellas había un grupo de veteranos que llevaban sus 10 y más años en la universidad (las carreras típicas de estos alumnos eran Medicina y Farmacia, por motivos obvios) y con una las novatadas, que nunca había oído hablar de ellas. Las novatadas que te mantienen en tensión y te hacen conocer a mucha gente en poco tiempo, los aliados (novatos como yo) y los contrarios o veteranos que en poco tiempo ya formarán parte de tu vida.

En esta época aprendí muchas cosas, no solo de Matemáticas, en un mundo donde la información no circulaba a la velocidad actual y aprendes de todo el mundo, de todos los compañeros que proceden de distintos lugares, de distintos caracteres, con distintas presencia en la vida del Colegio y que estudian distintas carreras de las que aprendes algunas cosas y sobre todo la diferencia de ritmo de estudio.

En esta época donde la información llegaba a cuenta gotas, lo poco que íbamos aprendiendo lo comunicábamos. Son tiempos de movimientos de izquierda, de las drogas ilegales, de la música distinta. Voy a poner un ejemplo de la música, pasar de la música que oías en la radio y en algunos lugares, a descubrir desde Frank Zappa a The Doors, copiando cinta, de cinta, de cinta de alguien que tenía un vinilo que se lo habían prestado y había conseguido hacer una copia. Honradamente, conservo alguna, hay grabaciones que no hay manera de escucharla. Es una época en la que vives con intensidad las múltiples actividades que hay en la residencia, unas en las que colaboras, otras en las que participas y otras que pasas. Pero siempre hay gente interesada en algo que quiere mostrar y enseñar. Recuerdo actividades en las que se implicaba a todo a casi toda la residencia. En definitiva que era una vida muy intensa, creativa y con gente muy dispar.

Como antiguo residente solo la visité una vez entorno a los años 90 en una fiesta de antiguos alumnos y después de ver parte de la evolución física del centro, lo que comentamos con los más recientes salidos del Colegio Mayor es que la vida ya no era la misma, esa componente, llamémosla de socialización (vocablo muy de la época), se había perdido y cada uno iba más a su propio mundo. Desde aquella no tenía información hasta este contacto con exalumnos que compartimos esta residencia en común y que en alguna ocasión comentaremos la evolución y la diferencia.

La foto que acompaña es la única que conservo de la época, estaba en mal estado y tuve que recuperarla como pude con el Photoshop. Evidentemente era durante un partido de baloncesto en las pistas del Colegio y dado el tamaño de la foto creo que debía haber un grupo de fotografía, y yo todavía no había llegado a ella. Por cierto en un recorrido por las fotos de la web del Colegio Mayor he echado en falta una foto de la pista de baloncesto.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Un curso menos: carta de despedida de 2ºE

Estimados alumnos, y en breve exalumnos:

Hace un año, aproximadamente, nos cruzamos en el camino y ese encuentro fue la chispa que permitió que este año pasáramos unas horas juntos con las Matemáticas como argumento.

Con solicitud por medio, me enfrento impartiendo clases en un curso 2º de sociales que nunca había explicado. Si tenía experiencia en este nivel y siempre he comentado que 2º bachillerato (antes COU) es el curso donde se ve más el crecimiento (mental) de los alumnos, ciertamente este grupo no es excepción y pienso que también lo hicisteis, aunque los tiempos hacen que cada generación sea distinta. ¿Distinta? Si siempre distinta, pero siempre igual.

En este tiempo que hemos compartido cada uno tendrá sus propias impresiones, y parte de ellas están en la encuesta. Obviamente yo también tengo mis propias impresiones, supongo que muy distintas de las vuestras. Las mías vienen filtradas o tamizadas por mi manera de ser y una manera de vivir y ver la vida. Tiene varios principios, pero puedo resumirlos en dos:
  • Cada día es un gran día, y quiero aprovecharlo, no sé cuantos me quedan. Perder el tiempo y el día, no me gusta. Decía un viejo amigo mío, que te empiezas a hacer mayor cuando ves que te falta el tiempo.
  • Soy un privilegiado, siempre lo he sido: hago lo que me gusta, y si no se da el caso, hago que me guste lo que hago.

En este curso de 2º de Matemáticas partimos de mala de base, de malas condiciones, estas condiciones las sabíamos las dos partes, o al menos yo tenía claro que
  • Habría dificultades por el bajo nivel, por las circunstancias conocidas.
  • Por “el odio” a la materia o lo que alguien diría “se me dan mal las matemáticas”.
  • No habituados al trabajo y en concreto al trabajo de matemáticas.
  • Es decir, podría decirse que iba a jugar en terreno contrario, un terreno árido en el que hay que arreglar, plantar y obtener algún fruto.

Siempre estoy con ganas y motivado, pero este año podía decirse que había un feeling que nació desde la charla del año pasado. Aunque no sea lo mismo, me dio algo especial, y un plus de ganas y un plus de esfuerzo y motivación.

He trabajado bastante: el material, la página web, los resúmenes, la adecuación al nivel que se podía dar, como orientar la materia. Pienso que ha sido clave el aula virtual que ayudó a mantener el ritmo de trabajo, cumplir con el programa, llegar a tiempo y aumentar el nivel en la materia.

Por vuestra parte el trabajo, aunque siempre se puede mejorar, sobre todo en calidad (modo de trabajo), en general estoy contento. Se pueden exceptuar personas y momentos puntuales que no han trabajado, que no mantienen la concentración, que no mantienen la regularidad, pero en general la nota es alta, de hecho la nota media del curso rondará el 7.

También estoy contento con el trato y el afecto recibido. Cuando la vida la empiezas a contar hacia atrás, miras otras cosas, miras de distinta manera.

El otro día me encontré con un profesor jubilado, viejo maestro y del que aprendí cosas, como se aprende de todo el mundo, referido a otro compañero: “pero para lo poco que le queda de enseñanza, debería disfrutar de estos últimos años”.

Esa frase resume el planteamiento de vida, mi planteamiento de vida, al menos academicamente , ya decía que lo que hago me gusta, y me gusta pasarlo bien, me gusta disfrutar de cada momento, y de este grupo tengo que decir:
  • ¿Qué más puedo pedir que hacer lo que me gusta ante chicos y chicas jóvenes que manifiestan ganas e interés?
  • Como no voy a estar contento, si podría estar rodeado de viejos diciendo siempre las mismas cosas, y estoy rodeado de jóvenes que me enseñan cada día y me sorprenden con cosas nuevas. Por poner un ejemplo, el lunes que fui de excursión de alternativa, una profesora todo el tiempo hablando de desastres y enfermedades.
  • Qué más puedo pedir, si mantenéis mi espíritu joven mediante una trasfusión diaria entre conocimientos y juventud. Vosotros cada día sois más maduros, menos adolescentes, cada día crecéis física y mentalmente y yo me quedo con parte de esa juventud que vais dejando. Soy un vampiro que recojo parte del espíritu que vais dejando y que mantiene joven. Esto además va acompañado de cambio de componentes del cuerpo. Total nuevo.

Espero que aprendieseis algo de matemáticas, pero que en el corazón o donde se almacenen los sentimientos espero quede plantada una pequeña semilla en vuestra manera de pensar, de ver y de actuar. Si esta semilla algún día prende y hace que se acuerde de mi, me gustaría que fuese para bien, que recuerde los buenos momentos, que borremos los malos, malos momentos de los que tenemos que aprender pero que no guíen nuestra vida. De todas las semillas que vamos plantando debemos recoger las buenas y todos sus frutos e irnos desprendiendo de las malas.

Decía Bob Dylan "no necesitas un hombre del tiempo / para saber de donde sopla el viento" o "no sigas a líderes / vigila los parquímetros". En este proceso de desarrollo os encontráis de todo, puede que sigas a líderes y movimientos, puede que te pierdas y no encuentres el rumbo, puede que un momento lo tengas muy claro, puede que en otro momento no. La vida irá girando como una noria. Pero lo más importante en este tiempo es formar tu mente, formar tu personalidad y definir tu camino.

Cuando tenía 25 años salía de copas con un amigo, que en paz descanse, de unos 36 años que me decía: “hasta los 25 años somos como esponjas para las ideas, de 25 a 30 formamos nuestra personalidad, después ya es muy difícil cambiar”. Es obvio que estáis en pleno proceso de construir la personalidad de cada uno, para ello vais por un camino, que en momentos os llevará por renglones torcidos, y parte de vuestra tarea será enderezarlo, y espero que este curso sea un grano más que os ayude a encontrar el buen camino y, por tanto, vuestra personalidad.

Por último, si alguien se ha sentido humillado o faltado por mi persona, le pido perdón, y que no fue mi intención, si no que es mi manera ver y hacer las cosas en un momento dado.

Gracias por todo, gracias por venir, gracias por estar, gracias por reír, gracias por las bullas, gracias por la vida, y espero que nos veamos en algún momento, ya sea de manera virtual o de manera física. Siempre vuestro y a vuestra disposición, Vicente o también conocido en otro lares por Nino.

Un curso más, un curso menos

Hemos comenzado un nuevo curso con las dinámicas habituales de todos los cursos: los alumnos que se encuentran con sus compañeros y los libros, las protestas por los horarios por parte de los profesores de siempre, que en su mayoría son los que menos dedicación y calidad aportan al centro.

Pero para mi no solo es un curso más, es un curso que comencé con una gran nostalgia de los alumnos que terminaron en el instituto el año pasado. Nunca me había pasado que unos días antes de comenzar el curso extrañara a los alumnos del año anterior. Fueron una generación no solo con buenos resultados académicos si no también con una buena relación entre ellos y con los profesores. Hasta en mi caso tuve el agredecimiento de una madre de una alumna que nunca le había dado clase.

Una vez iniciado el curso todo vuelve a la normalidad y mi espíritu y ganas se aportan sobre los nuevos grupos con los que compartiremos nuestro tiempo a lo largo de todo un curso. Esta dinámica y relación es la clave de hacer un buen curso y que la comunicación fluya, y por tanto, mejore el aprendizaje.

Este es el video de despedida en el que colaboré con los alumnos en el montaje. Es un recuerdo que supongo que verán con nostalgia dentro de más años.

En la siguiente entrada se puede leer la carta de despedida que escribí y leí a los alumnos de matemáticas de 2º sociales en el último día de clase. En esta carta creo que se explica parte de esta nostalgia.

En fin, un curso más de los que se el número, pero un curso menos de no se cuantos me quedan y no lo pienso, curso a curso, mes a mes, día a día. Los alumnos son los que tiran de mi ánimo y de mi espíritu, algunas actuaciones de la administración y de algunos profesores son los que me tiran para atrás.

martes, 24 de agosto de 2010

Juan Gervás médico rural hablando de la medicina actual

NO HAY ENFERMEDADES, SINO ENFERMOS from ALISH on Vimeo.

Interesante entrevista al Doctor Gervás que nos da una visión de la sanidad pública distinta, un punto de vista que comparto en muchos aspectos.

Indice distribuido por minutos
m 0: Presentación del Dr. Gervás resumen biografía
m 5: Carta de presentación para los pacientes
m 8: los visitadores médicos
m 13: ordenadores en la consulta
m 19: una muerte digna
m 23: enfermedades imaginarias
m 25: la prevención
m 27: movimiento mundial NO GRACIAS
m 32: no hay enfermedades, sino enfermos

lunes, 23 de agosto de 2010

A Costa da Morte


Este verano también hice otro viaje en el tiempo a una parte de la llamada Costa da Morte en Galicia. Sin duda de los lugares más preciosos de España (y parte del extranjero que diría el otro). Mi primer viaje por esos lares fue en el año 1981 viajando en un mini y con un saco de dormir. Fueron 7 noches desde Ribeira hasta Coruña, que es ampliar el concepto de Costa da Morte habitual que va desde Muros hasta Malpica.
El viaje fue de acuerdo a la época y a la edad, con unos libros que acaban de salir en gallego no normativo “Galicia Enteira” que todavía conservo y que posteriormente fui completando.

Había optado por no llevar tienda de campaña, todavía no había las pequeñitas y ligeras actuales que se montan en un momento, y por ello dormí casi todos los días en la playa o en los pinares próximos a ella. Los paseos al anochecer por las playas solitarias viendo los últimos rayos sol son de difícil olvido, o al menos están mi mente de una manera que parece real

Típico de mis recorridos por las rías es perderme por las carreteras y caminos, sin señalizar intentando encontrar un dolmen o una playa de difícil acceso. En uno de estos caminos encontré una pareja de jóvenes con la que hice el resto del camino. Ahora hasta hacíamos fuego por la noche en la playa

Por la zona he vuelto en varias ocasiones, pero ahora con más comodidades y con un recorrido menos amplio. Esta vez hicimos el tramo Camariñas-Malpica. Puedo decir que ahora hemos comido mejor, pero no es cierto del todo, de aquellas comías mucho más barato incluso algo de marisco.

Las rías y sobre todo las Rías Altas siempre me sorprenderán, cuando te pierdes por un camino y por fin llegas a sitios en tiempo desiertos, pero hoy dejémoslo en poco concurridos y tranquilos, sobre todo en comparación con las Rías Bajas. En esta ocasión destaco dos sitios la Playa Balarés con orientación sur y la zona de Barizo, con su puerto, playas y nuevo faro de Nariga.

Pero hay varias cosas que en mi mente no están igual. La primera el Monte Blanco en Ponteceso, mi memoría lo tenía casi completamente blanco y espectacular, es decir, una duna hecha montaña, ahora mantiene el nombre y parte la duna, pero está llena de vegetación. La segunda la ruta por la costa de Camelle a Cabo Vilán (Camariñas), una de las rutas más bonitas y espectaculares que recuerdo. Ahora solo la hay desde el Cementerio de los Ingleses a Cabo Vilán. La tercera (y se ve en la foto) es la montaña del Areal del Trece tenía más arena, y de esta tengo una foto en el libro que lo corrobora, no es un buena foto pero me confirma mi memoria.

Sin duda un sitio para volver, un sitio que la gente está descubriendo, hay más gente, más lugares para dormir, más lugares y más caros para comer, un sitio donde el porcentaje de extranjeros es superior al de las Rías Bajas, y esa es una constante que se mantiene.

La ruta 66


La ruta 66 es la mítica ruta de Chicago a los Ángeles, unos 4000 km que fue reflejada en la música por Chuck Berry, Rolling Stones, básíca en uno las novelas importantes de USA en de este siglo, On The Road de Jack Kerouac (hasta hay grupo en Facebook) y refleja ese alma una película de culto de la época final hippy "Easy Reader".

Pero en España tenemos nuestra ruta 66, mejor dicho la A-66, la autovía de la plata que tiene sus antecedentes en la época romana. Enlace wikipedia

Este verano tuve mi reecuentro con la A-66 (Gijón a Sevilla) ahora autovía que nos permite llegar al sur desde el norte en relativo poco tiempo y sin pasar por Madrid. Cuando conducía por ella me vinieron a los recuerdos viejos tiempos en la que tuve que hacerla en varias ocasiones, cuando estuve en la mili en San Fernando (Cádiz) o los viajes de Canarias a Cádiz en barco para luego continuar en coche. Eran viajes largos y en tramos tortuosos, con la temida travesía de Sevilla, temida porque creo que me perdí más de la mitad de las veces, por el temor a los hurtos en pleno viaje, historias que oías al llegar al barco: “paramos en Sevilla un momento y nos rompieron el cristal para llevarnos las cosas….”

Este año según pasaba por los lugares, ahora apenas reconocibles desde la autovía, iba localizando los sitios de la carretera: aquí comimos varias veces, aquí coincidimos con el grupo de moteros, aquí paramos un momento que llegábamos tarde al cuartel, aquí…

Fue una ruta por el tiempo y que también me hizo recordar, por la coincidencia numérica, con la ruta americana que tanta literatura ha dado, y que es otro viaje en el tiempo.

miércoles, 6 de enero de 2010

Todo tiempo pasado fue anterior.

Con esta frase de Groucho Marx entiendo que los tiempos cambian y deben cambiar. Con esto de las redes sociales e internet puedes contactar con gente distinta, y algunos perdidos en el tiempo y en la distancia. Uno de estos contactos es un compañero de matemáticas Paco que llegamos juntos en el año 80 al I. Alonso Quesada. Además de la obviedad de que hemos cumplido años, y la poca gente conocida que en el Alonso, me trae las siguientes relaciones



1º: el profesorado. Éramos jóvenes, construimos un centro, hicimos amigos, hicimos compañeros, trabajamos casi de la nada, con pocos medios. Tuvimos que adaptar una reforma (la ley 71) que tenía buenas intenciones pero estaba desnutrida. Tuvimos que adaptar los libros a la realidad. Éramos jóvenes, con ilusión, con ganas de hacerlo bien, con dedicación.

Lo que veo en el profesorado nuevo de ahora (no en todos) es esa falta de ilusión y de ganas que nosotros teníamos. Están mejor preparados (se supone), pero veo menos dedicación, lo resumiría en que los veo más funcionarios.

2º el alumnado: el nivel educativo era acorde a Las Palmas y a la ubicación del Alonso, que era un centro de barriada y en algunos aspectos marginal. Pero había unas grandes diferencias: respeto por el profesorado, respecto por el conocimiento, ilusión y ganas por aprender. Eran tiempos de cambio, de reivindicaciones, casi todo era nuevo, tanto para profesores como por supuesto para alumnos.

Para contrastar este dato un comentario de Araceli Cubas en la revista del Alonso profesora y exalumna del Alonso: “También creo que en aquella época había un buen grupo de profesores con ganas de hacer otras actividades, no estrictamente académicas, y más lúdicas con nosotros que nos permitió desarrollar otra pequeña parcela de nuestra personalidad todavía en crecimiento”

Ahora los alumnos son chicos de esta época, con muchos más medios de todo tipo, donde el instituto no es el núcleo central en sus vidas, lo que aprenden en los centros es menor que lo que aprenden fuera de él, donde el profesorado no ofrece aquella ilusión y ganas que refleja en su comentario Areceli.

Todo tiempo pasado…. fue anterior, fue distinto.

martes, 5 de enero de 2010

Instituto Alonso Quesada Las Palmas

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Cuando desperté de la anestesia del trasplante en el mar de confusiones y alucinaciones que viví los primeros días, mis recuerdos me llevaban a Canarias, a la época que viví en Las Palmas de Gran Canaria. Las causas, supongo que se corresponden con momentos felices de mi vida. En esos factores influyeren varios, la edad, llegué con 24 años y el Instituto Nacional de Bachillerato al que fui destinado, el Alonso Quesada.

Mi primera impresión del instituto no es la mejor, un muro de unos 3 metros de alto, terminado con un alambre de espino. Parecía una cárcel. Paso el patio interior y me encuentro con la puerta principal que se encontraba como reventada como para un robo. Voy camino del despacho de Director, y también veo que está reventada y un puerta cerca de Secretaría rota. Pienso: “Dios mio donde me he metido”.

La convivencia con compañeros y alumnos me hacen cambiar de opinión del centro, no del edificio (empezamos un reivindicación de un nuevo edificio que culminó sobre el 92). Pero si me encuentro con un Departamento de Matemáticas muy joven con gente entre los que recuerdo a Paco Gil (otro gallego), José Luis, Marcos, Pericacho y el jefe un andaluz de Martos que era el más veterano Manolo de La Rosa. Esta juventud nos llevó a trabajar e iniciar una colaboración en grupo, donde resaltaban la veteranía de Manolo y el saber matemático de Paco. Pero era el grupo de profesores con actividades, ya no solo con los alumnos, sino entre profesores. Fotografía, con excursiones de sábado con comida incluida, el equipo de Futbito (Juani, Juan Carlos, Marcos, Jose Luis, Eduardo, Placido, Cristobal, Manolo….) que jugamos nuestra liga entre centros recorriendo la isla. Aún recuerdo un partido de “futbol grande” que nos llevó Juani a un pueblo Caideros, donde el campo estaba construido de manera que parecía que habían cortado un volcán por su parte superior, de manera que a derecha e izquierda eran barrancos y cuando se iba la pelota era una odisea. También recuerdo, por estas fechas a la vuelta de navidades, la comida de la nacionalidades, comida de buena parte del claustro en algún lugar de la isla, donde los distintos peninsulares llevábamos algo para comer. El plato fuerte era lacón con grelos (grelos solo el primer año, no los volví a llevar), pero allí estaban las morcillas de Burgos de Pilar, las longanizas mañas de Paniego, y otra viandas más. En compensación los canarios nos invitaban a “Sancocho Canario”.

El centro tenía tres turnos, que eran casi tres mundos separados. Los tres primeros años di clase en el nocturno, por propia elección, donde la convivencia entre profesores y alumnos era mucho mayor. Una gran parte de los alumnos eran mayores que yo, y otros muchos de una edad similar. Desde luego fueron años donde aprendí mucho, en todos los aspectos, y en el académico donde aprendí a adaptarme al nivel del alumno, que era muy bajo. Tenía que empezar en 1º de bup con las cosas más elementales, pero sus ganas de aprender erar muchas.

El cuarto y último año la implicación en el funcionamiento del centro fue mayor al participar del equipo directivo que dirigía Manolo, como Secretario. Partiendo de la casi nada, el esfuerzo y dedicación fue enorme. Recuerdo dos datos, la compra de un ordenador Apple IIe y la informatización de la Administración (o comienzo), todo un esfuerzo ya que no había disco duro. Y otra que recuerdo es el famoso Reglamento de Régimen Interior, en los años que llevaba siempre se hablaba de él que ese año se haría, pues por fin se aprobó, por lo menos para ese año. No sé lo que duraría. No importaba que tu estancia en el cargo o en el centro fuese de 1 año, la gente se implicaba.

Las Palmas no fue solo el Alonso, pero el Instituto me marcó mucho, era un centro que tenía su propia identidad, en los carnavales (que es otro mundo) de repente te encontrabas con un grupo saltando en el medio de la gente y cantado al grito de de ..”Alonso…Alonso…” era toda una seña de identidad.