viernes, 27 de junio de 2008

Carta de una madre

Cuando uno se dedica a la labor pública, y temas como la enseñanza (también muchos casos la sanidad, como mis médicos y enfermeras de trasplante), tiene que trabajar con gente que lo hace por cumplir (o a veces no lo hace) y con gente que nos dedicamos y hacemos lo mejor posible con dedicación cobrando lo mismo que el de al lado. Por eso agradecemos carta como la de esta madre que me permitió poner el blog y que me satisface.
Me decía una amiga y compañera, por un trabajo que estaba haciendo (también dijo más cosas que no escribo), que por que lo hacía, le dije porque soy así, y esto es lo que nos llevaremos a la tumba. No nos llevaremos ni las joyas, ni los cargos, ni las poltronas. Nos llevaremos a nuestros amigos y seres queridos en el corazón, y estos los tendrás por las obras realizadas.

Una vez finalizado un nuevo curso escolar, y con él una etapa en la vida de mi hijo, quiero agradecerle el cariño e interés que ha despertado y alimentado en él, no sólo hacia las matemáticas, sino también a otros valores tan importante y que están en desuso hoy en día: el ser persona, buen compañero y coherente con uno mismo.
A lo largo de todo este curso he visto como en XXX iba madurando una idea: "de mayor quiero ser matemático". Le doy mis más sinceras gracias por haber conseguido que una asignatura cuya fama de "hueso", gracias a su gran labor ha conseguido que de forma divertida y sin apenas darse cuenta, adolescentes como mi hijo valoren el trabajo, la constancia y la perseverancia para conseguir cosas en la vida, a la vez que aprender matemáticas.
Un saludo y gracias nuevamente por ayudarnos a formar a nuestro hijo, tanto en el terreno académico como en el educativo, y haberle "enganchado" a las matemáticas.
Le deseo unas felices vacaciones y hasta el curso que viene.

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