Estimados alumnos, y en breve exalumnos:
Después de darle vueltas he decidido venir a la entrega de notas, porque este año apenas hemos coincidido todos juntos y, tampoco hubo una despedida o unas palabras acorde con todos estos años de convivencia.
Vuestra generación y por ello parte de vosotros, llegó al Instituto en un año que difícilmente me voy a olvidar de él. Serías los típicos de 1º de la ESO, enanos corredores que no se fijan en nada, y por tanto, no os fijarais en todos los meses que yo no estuve, vamos no sabríais de mi existencia.
Nos cruzamos por primera vez en 3º de la ESO, un curso que era para mi una vuelta a ese nivel, después de tiempo, y un curso que estableció una relación que hemos mantenido, en diversas materias, no con todos los alumnos, con incorporaciones y salida.
Ya me avisaban los compañeros: “no cojas este curso que te son muy malos....”. Pero ya de aquellas lo tomé como lo llevo tomando desde hace tiempo, “que cada curso siempre es peor que el anterior”. Lo cual es imposible, porque hoy por progresión me tocaría estar delante de unos analfabetos funcionales, y se muy bien que no es así.
Ese curso de 3º de ESO estoy muy satisfecho con el trabajo realizado durante todos los meses. Un curso con los refuerzos por la tarde donde ya alguna decía: “¿verdad que de nosotros no te olvidarás?”, “¿verdad que nunca de olvidarás de este curso?”. Era cierto en todo momento, fue un gran curso, un curso con su Diploma incluido, que no olvidaré.
En los siguientes cursos hemos coincidido o no, en materias como Informática, Matemáticas, Métodos, Atención Educativa y estos dos años hemos mantenido relación con la tutoría, con incorporaciones y salidas, que siempre enriquecen el grupo. Durante este tiempo, he visto como ibais creciendo física y mentalmente, para salir de aquí unas personas “casi mayores”, pero en todo caso con una personalidad que se empieza a diseñar.
Cuando en su momento decidí seguir en la enseñanza y no optar por lo que mucha gente me indicaba, de solicitar la incapacidad o sea de jubilarme, se debía a que me gusta mi trabajo, y que la convivencia con vosotros siempre me mantiene más joven. No me hice expectativas del tiempo a trabajar, pero al acabar el curso de 3º de la ESO quería llegar por lo menos a ver el final de la etapa de esos chicos que había conocido, de esos muchachos que tanto me hicieron disfrutar. Falta poco, pero por lo menos he llegado, con algunos achaques, pero aquí estoy. Lamento que por diversas circunstancias la generación no llegue completa desde aquel lejano 3º de la ESO hasta el fin del período de estancia en el Instituto.
Espero que aprendieseis algo de matemáticas, informática, métodos, tutoría, pero lo que espero es que en el corazón o donde se almacenen los sentimientos quede plantada una pequeña semilla en vuestra manera de pensar, de ver y de actuar. Si esta semilla algún día prende y hace que se acuerde de mi, me gustaría que fuese para bien, que recuerdes los buenos momentos y que borres los malos, De todas las semillas que vamos plantando debemos recoger las buenas y todos sus frutos, e irnos desprendiendo de las malas.
En el transcurso de vuestra vida os encontrareis de todo, puede que sigáis líderes y movimientos, puede que te pierdas y no encuentres el rumbo, puede que un momento lo tengas muy claro, puede que en otro momento no. La vida irá girando como una noria. Pero lo más importante en este tiempo es formar tu mente, formar tu personalidad y definir tu camino, partiendo de estas semillas que aquí has recibido.
Todos los cursos al llegar a esta fecha, al acabar un ciclo en el instituto, son especiales pero este de manera especial. Llevo asistiendo a los actos de despedida de 2º de Bachillerato durante muchos años, desde su inicio creo que este será el 19 o el 20 (no estoy seguro), y nunca estuve arriba, siempre en segundo plano. Este año cuando se montó el lío del principio de la tutoría, me la asigne sin pensar, porque ya nos conocíamos casi todos, porque sabía que no iba haber problemas y porque tenía la intuición de que podría ser mi último curso, mi última oportunidad de subir con los alumnos al escenario. Si por las circunstancias que sean este fuese mi último curso, sería una buena despedida. Que mejor despedida que con una generación que hemos compartido y convivido durante 4 años.
Gracias por todo, gracias por venir, gracias por estar, gracias por reír, gracias por las bullas, gracias por la vida, y espero que nos veamos en algún momento, ya sea de manera física o virtual.
Desde esta vuestra casa y vuestro instituto, siempre vuestro y a vuestra disposición, Vicente
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