La ruta 66 es la mítica ruta de Chicago a los Ángeles, unos 4000 km que fue reflejada en la música por Chuck Berry, Rolling Stones, básíca en uno las novelas importantes de USA en de este siglo, On The Road de Jack Kerouac (hasta hay grupo en Facebook) y refleja ese alma una película de culto de la época final hippy "Easy Reader".
Pero en España tenemos nuestra ruta 66, mejor dicho la A-66, la autovía de la plata que tiene sus antecedentes en la época romana. Enlace wikipedia
Este verano tuve mi reecuentro con la A-66 (Gijón a Sevilla) ahora autovía que nos permite llegar al sur desde el norte en relativo poco tiempo y sin pasar por Madrid. Cuando conducía por ella me vinieron a los recuerdos viejos tiempos en la que tuve que hacerla en varias ocasiones, cuando estuve en la mili en San Fernando (Cádiz) o los viajes de Canarias a Cádiz en barco para luego continuar en coche. Eran viajes largos y en tramos tortuosos, con la temida travesía de Sevilla, temida porque creo que me perdí más de la mitad de las veces, por el temor a los hurtos en pleno viaje, historias que oías al llegar al barco: “paramos en Sevilla un momento y nos rompieron el cristal para llevarnos las cosas….”
Este año según pasaba por los lugares, ahora apenas reconocibles desde la autovía, iba localizando los sitios de la carretera: aquí comimos varias veces, aquí coincidimos con el grupo de moteros, aquí paramos un momento que llegábamos tarde al cuartel, aquí…
Fue una ruta por el tiempo y que también me hizo recordar, por la coincidencia numérica, con la ruta americana que tanta literatura ha dado, y que es otro viaje en el tiempo.
Pero en España tenemos nuestra ruta 66, mejor dicho la A-66, la autovía de la plata que tiene sus antecedentes en la época romana. Enlace wikipedia
Este verano tuve mi reecuentro con la A-66 (Gijón a Sevilla) ahora autovía que nos permite llegar al sur desde el norte en relativo poco tiempo y sin pasar por Madrid. Cuando conducía por ella me vinieron a los recuerdos viejos tiempos en la que tuve que hacerla en varias ocasiones, cuando estuve en la mili en San Fernando (Cádiz) o los viajes de Canarias a Cádiz en barco para luego continuar en coche. Eran viajes largos y en tramos tortuosos, con la temida travesía de Sevilla, temida porque creo que me perdí más de la mitad de las veces, por el temor a los hurtos en pleno viaje, historias que oías al llegar al barco: “paramos en Sevilla un momento y nos rompieron el cristal para llevarnos las cosas….”
Este año según pasaba por los lugares, ahora apenas reconocibles desde la autovía, iba localizando los sitios de la carretera: aquí comimos varias veces, aquí coincidimos con el grupo de moteros, aquí paramos un momento que llegábamos tarde al cuartel, aquí…
Fue una ruta por el tiempo y que también me hizo recordar, por la coincidencia numérica, con la ruta americana que tanta literatura ha dado, y que es otro viaje en el tiempo.
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